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Odebrecht y García más cerca que nunca


Alan García y Marcelo Odebretch pal face


La noticia que ha remecido todo Brasil, y que está también poniendo nerviosos a algunos políticos peruanos es la caída de los presidentes de las empresas Odebrecht y Andrade Gutiérrez En una operación que incluyó a 220 agentes, las fuerzas de seguridad realizaron detenciones en Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais (sudeste del país) y en Río Grande do Sul (sur), entre las que estuvieron la de Marcelo Odebrecht, al frente de la firma de ingeniería que lleva su apellido, y la de Otávio Azevedo, jefe del conglomerado AG. En total, la Policía Federal tenía 59 mandatos judiciales y 38 órdenes de búsqueda y captura. Esto no hace más que complicar la situación de las inversiones de estas dos empresas. Más aún cuando hace una semana, la investigación realizada por los periodistas de Convoca revelaron el pago de coimas de directivos brasileños a altos funcionarios de los gobiernos de Toledo y García durante la construcción de la Carretera Interoceánica.


Las empresas más importantes de Brasil de la ingeniería civil fueron las ganadoras de las licitaciones de los tres tramos: Norberto Odebrecht S.A., que conformó el consorcio Conirsa con las peruanas Graña y Montero y JJ Camet e Ingenieros Civiles y Contratistas para construir el tramo 2 de la carretera, en Cusco, y el tramo 3, en Madre de Dios. El otro consorcio, Intersur, estuvo encabezado por Andrade Gutierrez, Construcoes e Camargo Corrêa S.A. y Constructora Queiroz Galvão S.A para el tramo 4. Estas empresas son precisamente las más beneficiadas por los créditos y subvenciones del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES). (…) En Perú, el incremento millonario del Pago Anual por Obras (PAO) de la Interoceánica Sur estuvo envuelto en una sombra de críticas y sospechas. Los aumentos del presupuesto más contundentes fueron precisamente en los tramos a cargo de las compañías que protagonizan el escándalo Lava Jato. En el tramo 2, liderado por Odebrecht, el costo subió en 207 por ciento: de 213 millones de dólares a 653 millones, según montos iniciales referidos por el Banco de Desarrollo CAF (antes Cooperación Andina de Fomento), que otorgó préstamos al gobierno peruano para el megaproyecto, y cifras del incremento actualizadas a marzo de 2015 por OSITRAN, el regulador estatal en infraestructura de transporte público. En el tramo 3, que también estuvo a cargo de Odebrecht, el costo subió en 105 por ciento, de 294 millones de dólares a 602 millones. Mientras que en el tramo 4, encabezado por Andrade Gutiérrez, Camargo Corrêa y Queiroz Galvão, el monto se disparó en 237 por ciento, de 198 millones dólares a 667 millones. Odebrecht viene desarrollando grandes obras de infraestructura en nuestro país, que van desde las líneas 1 y 2 del Metro de Lima, hasta grandes centrales hidroeléctrica, puertos y carreteras.


Alan, Odebrecht y el Cristo

¿Recuerdan que advertíamos de lo delicado que era gobernar mediante decretos de urgencia, acciones que el premier Cateriano amenazaba usar si no le otorgaban las facultades legislativas? Pues bien, el segundo gobierno de Alan García hizo uso y abuso de ellas, y aquí (¡oh coincidencia!) tiene que ver mucho la empresa brasilera, hoy en problemas: Para construir el tramo 1 se emitieron decretos de urgencia que encargaron a ProInversión la contratación del servicio de transporte y al Ministerio de Transporte la construcción del viaducto. (Originalmente, ProInversión y la Autoridad Autónoma se encargaban de todo.) Por esta modificación, los gastos se elevaron por cuatro. Los principales beneficiados fueron Graña y Montero y la empresa brasileña Odebrecht. Al cambiar la modalidad de contratación, la empresa puede hacerle modificaciones al proyecto y, de esta manera, la obra se va encareciendo. La ley de contrataciones prohíbe esta forma de trabajo. (Es la misma modalidad que están aplicando actualmente en el tramo 2 y que García ha salido a criticar: dicen que las malas artes se aprenden rápido.) A la par que se dictaban los decretos de urgencia que favorecían a las empresas encargadas de las grandes obras de infraestructura, se expidieron otros que tenían que ver con el relajo de los controles. Se llegó al extremo de cambiar una ley orgánica. Mediante un decreto de urgencia se impidió que la Contraloría ejerciera su función. En algunos casos, como en el de la concesión del puerto de Paita, la acción de la Contraloría se limitó a la lectura de la versión final del contrato, cuando sus atribuciones le permiten actuar en todas las etapas de la concesión. Y claro, después la empresa brasileña le regala a Alan García su Cristo del Pacífico.


Radiante Luna - Campesinas de Cajamarca
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